Nuestra terraza de verano en Sevilla tiene un encuadre de los más históricos, y no lo decimos nosotros, las aguas del río que baña nuestra terraza han sido navegadas por grandes embarcaciones que seguro veríais impensables, entre ellas Normandos y Vikingos.
Sabemos que por Sevilla pasa uno de los ríos más importantes de nuestra península y muchas veces so nos olvida la importancia que puede llegar a tener para lo que es hoy en día nuestra ciudad. Entre otras cosas, como anécdota, da nombre a uno de los dos grandes equipos de la ciudad, como es el Betis, por ejemplo.
Su nombre, deriva del vocablo árabe wadi al-Kabir («río grande»), cuando posteriormente los romanos lo llamarían Baetis (Dando nombre a Andalucía como la Baetica).
El río tiene un trazado en el que recorre algún territorio de las 8 provincias andaluzas de una forma u otra, por ejemplo, existe el debate de su lugar de nacimiento, donde la Sierra de Cazorla en Jaén se lleva la palma en cuanto a importancia pero el manantial de Topares en la Cañada del Salar almeriense es el lugar más alejado que vierte aguas sobre este canal.
Hablando de la historia y aportando anécdotas que podrás comentar disfrutando de un cóctel en nuestra terraza de verano en Sevilla, podemos ‘enorgullecernos’ de que hasta los brutos Vikingos quisieron navegar por nuestras aguas. De hecho podemos decir que fue algo normal en la época, la llegada de barcos Normandos y Vikingos en el siglo IX era una constante con el motivo de intentar conquistar un lugar estratégico y privilegiado en el mundo.
Es más, en el año 844 una expedición de 80 Drakkars vikingos llegaron a saquear las ciudades de Coria del río y de Sevilla, durante unos años fueron los dueños del territorio y ‘los Sevillanos fuimos bárbaros’ hasta que Abderramán II se encargó de expulsarlos y darles su merecido, algunas fuentes cuentan que algunos se convirtieron al Islam y se instalaron en lo que hoy es la zona de Isla Menor donde se dedicaron a la cría de caballos y la producción de quesos, ya sabemos que hasta hace milenios ‘Sevilla tenía un color especial’.
En el 859 el río que baña el muelle de nuestra terraza de verano en Sevilla volvió a ser el medio por el que los Normandos y Vikingos llegaron a alcanzar de nuevo nuestro territorio y quemando la mezquita de Ibn Addabas(actual iglesia de San Salvador) aunque esta vez los bárbaros fueron derrotados por Mohamed I de Córdoba que derrotó a varios navíos alertando y haciendo retirar a los demás.
Historias que aunque parecen de cuento y hoy día son motivo de series, películas y libros ocuurieron en la realidad y mucho más cerca de lo que imaginamos. ¿Os imagináis una expedición de 80 gigantescos Drakkars Vikingos navegando frente a ti mientras disfrutas de una copa en nuestra terraza de verano en Sevilla? Algo insólito y que puedes imaginarte mientras cuentas esta historia a tus acompañantes de mesa con la que te aseguramos dejarás con la boca abierta a más de un@ 😉
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