Uno de los puntos fuertes a destacar de nuestra terraza de verano en Sevilla es la calidad de sus cachimbas. Verdaderas maravillas salen de nuestros maestros cachimberos que hacen de nuestro encuadre algo idílico para disfrutar de una tradición centenaria, en nuestro bar de copas en Sevilla sabemos sus inicios.
La cachimba es un elemento con una historia centenaria como ya hemos comentado, desde sus inicios comenzó a evolucionar y a difundirse como la espuma a escala casi mundial hasta llegar a lo que es hoy día.
Varias historias llegan a nuestra terraza de verano en Sevilla en las que intentamos llegar al verdadero origen de la cachimba, la que más nos convence es que fue inventada en la zona de India o Persia, pero fue en Turquía donde comenzó a convertirse en algo revolucionario, el estilo se ha ido conservando generación tras generación hasta llegar a lo que es hoy. Los otomanos pueden ser considerados los padres de la cachimba, ya que la adaptaron a su vida diaria e iniciaron su uso para múltiples ocasiones.
Hace casi medio milenio, el diseño pegó un cambio radical y se le añadió lo que hoy día conocemos como manguera. Este diseño es, con sus lógicos cambios, el que ha llegado hasta hoy día a nuestra terraza de verano en Sevilla, algunas llegan a tener la opción de añadirle varias mangueras para tener mayor comodidad a la hora de compartirla.
En Oriente Medio, tanto las cachimbas como el acto de fumar están de moda en la actualidad, y el éxito ha llegado a tal punto que se está extendiendo a nivel mundial. Una cachimba en el centro de la mesa de cualquier reunión hace grupo al tener que acercarte a ella para fumar mientras distendidamente conversas con tus amigos.
La naturaleza social que ha creado el hombre, y sobre todo las generaciones jóvenes de hoy día que pasan a diario por nuestra terraza de verano en Sevilla, han hecho de la cachimba un elemento más de las noches en las que te decides salir por Sevilla.
Hablando de nuestro país, donde la cachimba ha alcanzado una popularidad alta a una velocidad vertiginosa, se ha convertido en una excusa más para socializarse con familia, amigos y compañeros. Muchas personas no fumadoras se han convertido en amantes de las cachimbas por el sabor fresco y suave que deja esta en el paladar.
El tabaco de cachimba, o hierbas, es una mezcla personalizada de pulpa de fruta, hojas, miel y glicerina. Dentro de estos ingredientes se puede llegar a un gran número de variedad de sabores como fresa, manzana, regaliz, chocolate, vainilla…etc.
Por estas razones se convierten en predilección de muchos que la prefieren a los cigarrillos convencionales, además de obviar los menores efectos nocivos que tiene para la salud. Muchos ‘cachimberos’ ya experimentados comienzan a innovar en sus intentos y prueban colocando hielo en la base, jugo de frutas, vino o hasta leche para ir probando nuevos sabores, texturas y efectos en el humo.
El placer de fumar cachimba se ha extendido sigilosamente por la mayoría de las terrazas de verano en Sevilla y hoy día es casi imposible no ver un grupo que rodee a alguna de estas ‘shishas’ repartidas en los bares de copas sevillanos.
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